El puñal de Muraña

Contaba entonces con 14 años cuando en la clase de Literatura conocí a Juan Muraña,ese maravilloso cuento de Jorge Luis Borges donde el cuchillo es protagonista y tiene la capacidad de adquirir personalidad humana,de encarnar un espíritu.

Lo mismo que en El Encuentro,otro cuento sublime del viejo ciego,donde dos malevos de renombre que se la tenían jurada se baten después de muertos a traves de sus armas en manos de dos infortunados desconocidos. Borges recurre a una creencia oriental,más precisamente japonesa y shintoista si se quiere,la de infundir espíritu a las cosas.

Releí aquel cuento transcurridos muchos años y puse manos a la obra con lo que para mi es el puñal de Juan Muraña.Pequeño,agudísimo y mortal como una viuda negra,como la misma viuda de Muraña.La hoja,forjada a mano,nació para matar,no es un cuchillo para comer asados.La cruz o gavilán de aplaca detiene los golpes del oponente y protege la mano que lo esgrime.Sin lujos.Las armas de los malevos no eran adorno.

Lo hice enfocado en cuerpo y alma,escuchando tangos y milongas de la guardia vieja;tal vez guarde dentro suyo algo de mí.

Cuchillo criollo

Hace un tiempito me contactaron los dueños de ZMG,una empresa que importa maquinaria agrícola desde China.Querían unos cuchillos para obsequiarles a sus clientes predilectos,toda gente de campo.

Con un gesto de gran confianza dejaron en mis manos la elección del modelo.

Me incliné por éste estilo,simple pero delicado de líneas,y también clásico.

Forjados en acero w2,con una robustísima hoja que ronda los 6 mm de lomo,los encabé con guayubira e hice las virolas macizas y los remaches de alpaca.Todos comparten el estilo,pero cada uno tiene sus particularidades,así no hay dos iguales.A pedido del cliente las hojas llevan grabado "para un amigo de ZMG".

A mi,que soy un loco de los fierros,me gustan diversos estilos de cuchillos.Los puukkos escandinavos,los bávaros,los árabes,los sajones,pero cuando se trata de un cuchillo para fines prácticos me quedo con el criollo y su belleza en la sencillez.No muchos firuletes,sin serrucho, lupa o destapador.Con él se puede picar cebolla,cuerear un bicho,trozar una pizza o "amasijar un ñato".

Mitos cuchilleros.

Son creencias populares que forman parte de nuestro acervo cultural.

Algunas personas las defienden con pasión,como si en ello les fuera la vida ( latinos somos),sin antes someterlo a examen.Recuerden aquí a René Descartes,que en un punto de su brillante existencia se propuso y luego postuló no creer en nada que no fuera verificable por medios científicos.

Algunos de estos mitos tienen un origen cierto,y otros parecen haber salido de la volátil imaginación de algún dotado.

El mito de no lavar en cuchillo y limpiarlo sólo con un poco de miga de pan,dejando la hoja con un poco de grasa del asado,por ejemplo.El gaucho,el resero,el paisano,no disponía de medios a campo abierto para lavar su cuchillo,que era generalmente su herramienta única.Después de comer algún trozo de carne asada o charque,quitaba el exceso de grasa con un pedazo de galleta,pan o lo que fuere,y lo envainaba así.

De ahí a decir que lavar el cuchillo daña el acero de la hoja....Y aquí se entrelaza esta creencia con otra no menos difundida:la de jamás lavar los aceros con agua caliente.Argumentan sus seguidores que la temperatura del agua destempla la hoja.Se sabe que para que esto suceda tiene que haber una temperatura superior a los 200º C,y el líquido elemento se transforma en vapor pasados los 100º.Ni siquiera usando agua hirviendo se perjudicaría el temple.He visto cuchillos que nunca conocieron un baño decente...

Otra,traída de los cabellos a más no poder,es la de no cortar ciertos vegetales,como el limón,la cebolla,el tomate,etc...

El porqué está dado en la acidez de estos elementos, que suelen manchar fácilmente las hojas de acero al carbono.Lo raro es que quienes ésto propugnan no dudan en usar el cuchillo para matar, cuerear y descuartizar un animal,sometiéndolo a la acción sumamente corrosiva de la sangre.

Otra, la de enterrar el cuchillo para que adquiera mejores cualidades .Argumentan que la tierra absorbe la mala energía que la hoja pudiera tener,que le "saca los males"o que enterrado se ordenan las moléculas del acero.

Lo único que sé al respecto es que un cuchillo enterrado por mucho tiempo es carcomido por la tierra,y ésto puede ayudar a "desbastar" una hoja muy gruesa y así lograr un filo más agudo...

Y la tradicional creencia de que regalar un cuchillo trae pelea!

Cuando era un pibe le regalé un cortaplumas a mi amigo Rolo,y ahí nomás le sugirieron me dé una moneda a cambio,porque si no terminábamos peleados.

Hoy tengo muchos, muchísimos cuchillos obsequiados sin recibir dinero a cambio.Está comprobado,mis amigos lo avalan,nadie se peleó,era sólo un mito.

Verijero.

Así se suele llamar al cuchillo de tamaño menor al facón que se lleva adelante en la cintura,sobre un lateral del abdomen según el usuario sea diestro o no.

Hoy es el cuchillo más útil,ya que con él se come,se cuerea,se desvasa,se capa.El otro es una prenda del atuendo que ha quedado relegado a los desfiles,fiestas patrias y festivales de doma.Esto no quita el que en algún lugar de nuestro querido pais se porte en la espalda un enorme cuchillo,como aún lo hacen los gauchos entrerrianos,los sureros de la Patagonia,los gauchos salteños,etc.

Este pequeño verijero esta forjado con acero tipo herramienta con alto contenido de carbono de vieja data.El cabo y la vaina fueron mi primer trabajo hecho enteramente en chapa de alpaca.Por carecer de mandriles (matrices),las improvisé en madera.Hoy, un amigo lo luce con orgullo en los asados.

Daga Juan Moreira

Juan Moreira fue uno de los gauchos mas bravos de nuestra historia.Un hombre único, dueño de un enorme coraje y una habilidad tal en el manejo del cuchillo que me animo a proponer que al facón lo llamemos Moreira.

Un poco por la particularidad del idioma inglés y otro tanto por su afán mercantilista los yankees lograron que se denomine como Bowie a todo cuchillo de monte. Fue Jim Bowie un inescrupuloso personaje que logró cierta fama de cuchillero, a quien se le adjudicaron tres o cuatro muertes y fuera ultimado en El Alamo.Una figura que queda empequeñecida al lado del gaucho Juan Moreira,que contaba con dieciséis muertes comprobadas,nueve de ellas con arma blanca,sin mencionar los heridos que dejó.Un valiente que repelió sólo varios ataques de partidas policiales y al que,para matarlo,hubo que emboscar con nada menos que veinticinco hombres armados con fusiles y sables.Era imparable.

Por ello es que bauticé esta daga con su nombre.Sin la pretensión de replicar el enorme facón que le obsequiare Don Adolfo Alsina,pero tomando de aquél el gavilán en U,preferido por Moreira por su mayor eficacia a la hora de parar hachazos.

Forjé la hoja con dos filos y caladura en acero al carbono tipo w1.Cabo y gavilán de alpaca.La vaina es de alpaca y suela.

En honor a aquel gaucho.

Puñal Nicanor Paredes.

No usaron el mismo cuchillo el gaucho y el malevo.Aquel que lo imagina así se equivoca.El hombre de los suburbios vivía en un ámbito muy diferente y su cuchillo no podía ser exhibido,tenían que llevarlo escondido. Además lo usaban para tareas algo distintas.Generalmente lo portaban cosiendo la vaina a la sisa del chaleco,aunque siempre hay excepciones como la del Tigre Millán,que llevaba el puñal escondido en la bota.

Entre los guapos mas "mentados" se encuentra, sin duda, Nicolás Paredes.El gran escritor argentino Jorge Luis Borges lo admiraba mucho y le escribió una milonga,cambiando el nombre de pila por Nicanor para no incomodar a los deudos.

Inspirado también en este célebre personaje del Buenos Aires de antaño

realicé este puñal cuya hoja es de acero al carbono 1095,cabo picaso de alpaca y guayubira y gavilán de alpaca.Un cuchillo que bien podría ser el de aquel señor que supo tener su "feudo" en Palermo.